Los orígenes y la historia del monumento
Pozo Etrusco
Se cree que la construcción del pozo etrusco, que data de la segunda mitad del siglo III a.C., se hizo necesaria para satisfacer las carencias de agua de la población. Las diversas reformas a las que ha sido sometida la estructura desde el siglo XV han sugerido un uso ininterrumpido de la reserva de agua por parte de la comunidad local.
Esta continuidad en realidad se confirmaría con la construcción de la real, ubicada en el centro de la actual Piazza Piccinino (antes Piazza dei Gigli), que indica el monumento a nivel de la calle. El pozo verdadero (probablemente construido en los siglos XIV-XV), abierto entre la entrada del Palazzo Sorbello y la Iglesia de la Compagnia della Buona Morte, sufrió, hasta hace poco, repetidos daños a lo largo del tiempo. Fue restaurado varias veces por el Municipio de Perusa, pero después de daños más graves que provocaron que parte del parapeto (recuperado a mediados de los años sesenta) cayera al fondo del pozo, se colocó en el césped frente al Templo de Sant'Angelo, donde permaneció hasta 1973, año de su reubicación.