Autorretrato de Pietro Perugino
Nobile Colegio del Cambio
El autor de la decoración pictórica de la Sala dell’Udienza, es decir, Pietro Perugino, se representa a sí mismo en la pilastra que divide las dos grandes lunetas de la extensa pared. Su posición, baricéntrica comparada con las figuras ejemplares del mundo clásico, revela la conciencia del papel alcanzado por el pintor al que ya no se le considera un simple, aunque muy bueno, técnico del pincel sino también, y se diría, sobre todo, un protagonista de la historia social y cultural de su tiempo. Bajo el retrato que, en un virtuoso engaño óptico, presenta al protagonista de la asombrosa proeza decorativa, figura un epigrama en latín que dice textualmente (se ofrece la traducción al español): "Pietro Perugino, egregio pintor.
Si el arte de pintar se había perdido, lo volvió a encontrar; si no se había inventado en ninguna parte, hasta este punto él mismo lo produjo". Es interesante observar que la definición de "egregius" dada al pintor no es accidental; "egregius" significa literalmente "fuera del rebaño" ("ex grege") en el sentido de que el artista se saca a sí mismo de la masa en virtud de sus méritos absolutamente excepcionales.